Toda espiritualidad y carisma surge de una realidad, se concreta en la historia, en un pueblo y territorio. Los santos son hombres y mujeres que se dejaron inspirar en una época, en un tiempo determinado, desde esa perspectiva, nos acercamos a Francisco y Clara hoy.
Nuestro hoy agitado
Muchas agencias informativas reportaron que el 3 y 4 de julio de este 2023 fueron los días más calientes, incluso de los últimos años, “la temperatura global promedio sobre la superficie del planeta marcó el martes 4 de julio el récord de 17,18 grados Celsius (62,92 Fahrenheit), informó este miércoles la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Este día según datos informativos se convirtió luego en una semana altamente calurosa, convirtiéndose en la “fecha en la más cálida en la Tierra en los últimos 125.000 años.”2 El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, afirmó, que «La era del calentamiento global ha terminado, ahora es el momento de la era de la ebullición global.”4
Este continente americano ha sido desangrado desde hace más de 500 años, por los pueblos europeos que los conquistaron, incluyendo a Norte América. Este desangramiento de los pueblos, está unido a una devastación y depredación de los bienes naturales de estos territorios, donde cada bien natural se ha vuelto “recurso” comercial al servicio del gran capital. En estos momentos el mayor bien en peligro es el agua dulce, superficiales y subterráneas. Todo está unido, como bien lo dijo el papa Francisco, “El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos…De hecho, el deterioro del ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta…”(LS #48).4
Con respecto al deterioro del ambiente humano, la situación está llegando a un deterioro tal que afecta la calidad de vida de la población, esta situación, tiene causales en el sistema actual y modelo socioeconómico que se concreta en las decisiones políticas, la legislación y las agendas de país. Entre los rostros de los más afectados de este drama mundial están los miles de migrantes que se vuelven refugiados5, porque huyen de situaciones deshumanizadoras que violentan sus vidas y causan muerte; tanto por la violencia del sistema que empobrece sus hogares, como el crimen organizado en todas sus expresiones, los agentes militares y policías, los narcotraficantes, los empresarios extractivistas y de monocultivos que criminalizan y asesinan a los defensores de Derechos Humanos y territoriales.6 300 mil migrantes han cruzado el Darién, hasta agosto. 7
Desde una mirada regional, como es la migración que está moviéndose por la selva del Darién, entre Colombia y Panamá, este año ha dado la alarma en cuanto a un número elevado que en realidad ha ido creciendo, ya que en lo que va hasta julio del 2023, más de 248 mil personas, niños y niñas, han cruzado el Darién. 8 Este es solo una parte del drama que viven los migrantes que van rumbo al norte américa, donde les espera, continuar y pasar por los peligros que trae cruzar México y la frontera Sur de los EEUU, sabiendo que las políticas xenofóbicas, racistas y excluyentes del gobierno de Washington, no permiten una migración regular, ordenada y digna para las personas en tránsito por esta región. 9 Además, sumándole la situación de los regímenes dictatoriales y violadores de los DH en la región centroamericana, como lo es El Salvador y Nicaragua, que están violentando a la población empobrecida. 10 En todo este escenario de la realidad, es que la RFM está sirviendo con sus equipos, albergues y estructuras que buscan acompañar, defender y humanizar la vida del migrante.
La RFM tiene, fuentes de “agua viva”: una es, el rostro migrante con quién nos encontramos en el camino por estas tierras, la otra es, el carisma francisclariano que concreta un modo de seguir a Jesús, una mirada de la realidad, unos principios éticos, convicciones y opciones que determinan la ubicación y el modo de vivir. En este sentido enfocaremos la reflexión desde una característica fundamental del carisma: la minoridad evangélica.
La minoridad franciscana
Como lo afirmará el investigador Fr Fernando Uribe, OFM (+). El término minoridad como tal no existe en el vocablo de Francisco, es un término abstracto, porque aquel hombre sencillo y práctico como lo fue Francisco de Asís, solo acuñó “hermano menor”, es decir, que son personas concretas, las que vivenciarán una forma de vida de “menor” en una sociedad e iglesia histórica. Rescatemos algunos aspectos que nos ayudarán en nuestro sentido y espiritualidad como miembros de la RFM.
Partiendo de la intención del nombre de “menores”, hay señalar que ese movimiento de Francisco de Asís, al cual se le sumaron jóvenes de diversos estratos sociales y labores civiles, los cuales fueron conocidos como “hermanos penitentes de Asís”, al paso del tiempo, seguro por la reflexión y discernimiento, llegaron a concebirse como “hermanos menores”. Citamos algunas constataciones, una de ellas es la que recoge en la hagiografía Fr Celano (1228), donde escribe que, “Es particularmente conocido lo que se refiere a la Orden que abrazó y en la que se mantuvo con amor y por profesión. Fue él efectivamente quien fundó la Orden de los Hermanos Menores y quien le impuso ese nombre en las circunstancias que a continuación se refieren: se decía en la Regla: «Y sean menores»; al escuchar esas palabras, en aquel preciso momento exclamó: «Quiero que esta fraternidad se llame Orden de Hermanos Menores».” (1Cel 38; cf. 2 Cel 18.71.148).
Otra constatación histórica del nombre de “hermanos menores”, fue la que expresó en una carta el obispo de Acre, Jacobo de Vitry, que en 1216, pasó por las tierras de Asís, señalando que se encontró con “hermanos menores y hermanas menores”, que vivían la forma de vida de las primera comunidad apostólica. 11 La tercera constatación histórica que señalo, es la memoria de la Regla no Bulada, que expresa la forma de vida de los orígenes, así, como el modo de vivir de esos primeros años. “Y ninguno se llame prior, sino todos sin excepción llámense hermanos menores” (RNB 6). Ya en la Regla Bulada, se ratifica en 1223, el nombre de la Orden de “Hermanos Menores”.
Contexto y minoridad en el carisma franciscano
Si nos vamos al contexto de la época asisiense del siglo XIII, no hay una constatación clara de que el termino menor tenga motivaciones o inspiración en el grupo de los “minores” de la época, porque, además, este grupo representaba a los burgueses o comerciantes (al cual pertenecía Pedro Bernardone), buscaba manejar el poder político y económico en la comuna, esto con un sentido clasista que marginaba. Sí, se tienen los datos del conflicto social de los “Mayores” y “menores”, dos grupos que se peleaban el espacio de gobernar y decidir sobre la comuna, estos dos grupos de poder son los burgueses y los nobles, grupos antagónicos, solo con el factor común de pretender dominar el poder político, económico-comercial y el poder militar. En este conflicto social, de estos dos grupos en pugna, estaban excluidos: los empobrecidos, leprosos, mendigos y campesinos.
Los datos hagiográficos sobre san Franciscos de Asís, lo ubica desde el lugar de los empobrecidos, enfermos, leprosos y campesinos, esto es con los marginados de Asís; además, reconstruyendo ermitas en ruinas que están ubicadas en las afueras de los muros de Asís, convive con los curas pobres en las ermitas sencillas. La ubicación y deseo de Francisco fue desde los empobrecidos (RNB 9), desde allí leyó y comprendió el evangelio, por eso se encontró con Jesús y su madre pobre, al Padre de las misericordias, al Dios creador. En todos los escritos de Francisco, se plantea la humildad como porte personal, el servicio entre los hermanos, la ternura y atención a los otros, en especial enfermos y empobrecidos, una autoridad desde los sin poder.
Tanto la ermita san Damián, como la Porciúncula, están ubicadas en los márgenes o fuera de los muros de Asís. Incluso esa actitud sin poder militar y económico, lo llevo a que fuera posible el encuentro con el Sultán. Y dejar muy claro que los hermanos menores son pacíficos y afables, sometidos a toda criatura (RNB 7; 16) Desde la perspectiva evangélica y cristológica, que se evidencia en los escritos de San Francisco, es importante resaltar que entre los textos inspiradores que movían a Francisco y a los hermanos, fueron: la del lavatorio de los pies Jn 13,14; el que todos somos hermanos, en igualdad radical (Mt 23,8); el ser humildes y servidores unos con otros Lc 22,26; Mt 20,26.
La otra dimensión que acompaña el ser menor, es la que desarrolló Francisco en la “2 Carta a los Fieles”, donde planteó su perspectiva cristológica, la cual se centra en la Encarnación y la Pasión, estos son los puntos álgidos de la espiritualidad de la encarnación de Francisco de Asís, que va desde el anonadamiento hasta la entrega martirial en la cruz (2Cor 8,9; Mt 26,26-27.39.42; Mt 11,30; Lc 22,44; Jn 1,3; 1Pe 2,21). 12 Esta vivencia del misterio de la Encarnación determinó su manera de relacionarse con Dios, y de celebrar la eucaristía, donde se encontraba con el Dios hecho humanidad y comida.
En cuanto a los escritos de Francisco de Asís, hay 14 textos que hablan entre la identidad de ser hermanos menores, y la actitud de ser menor, que remite a unas relaciones basadas en la humildad, apertura, ternura, escucha-obediencia, ser súbditos, servir, compasión (RB 1; RegNB 2,10; 5,12; 6,3; 7,1-2; 23,7; 1y 2EpCust; EpOrd2; 2EpFid 42.87; Adm 123).
Es evidente que la espiritualidad franciscana, está cimentada en la minoridad, y está en el misterio de la Encarnación y Pasión de nuestro Señor Jesús. Por tanto, un aspecto esencial es desarrollar una espiritualidad de la encarnación basada en el asumir la suerte de los últimos como menores, y un vivir desde la Pasión del Señor, aquello que lo movió a dar la vida hasta ser torturado y asesinado en la cruz del sistema romano, manteniéndose fiel al reino de Dios. Esta dimensión cristiana nos lleva a vivir con un sentido profético y martirial.
Tanto los escritos de Francisco de Asís, como su vida, al igual que la primitiva fraternidad, nos apuntan que el sentido de “minoridad” va encaminado a una forma de vida, a un modo de estar en el mundo, a una manera de establecer relaciones, y, sobre todo, es un modo de expresar el seguimiento de Jesús en la historia. La acción o misión de un franciscano/a, tiene como elemento transversal, el ser menores, pensar como menores, orar como menores, sentir con los menores y actuar asumiendo la causa de los menores de esta historia que nos toca vivir.
Pinceladas de la minoridad franciscana
Algunos aspectos que inspira este carisma franciscano basado en la minoridad y la fraternidad, que nos pueden iluminar en el caminar, acompañar y estar presente con las personas migrantes, menores e invisibles en las tierras de esta América ensangrentada.
- La minoridad como actitud, nos ubica existencialmente desde la humildeaceptación de sí mismos, de nuestra verdad frágil y buena (Adm 19). Es la manera de estar presente, siendo una persona reconciliada con lo “ultimo” del misterio de cada uno, con aquello mismo que nos hace sentirnos “últimos”, o con poca valía. Estamos llamados a caminar humildemente con nuestro Dios (Miq 6,8), y con una actitud que nos hace estar en igualdad existencial con los últimos de la historia.
- La minoridad, en la relación con el Dios que es omnipotente y omnipresente, cercano y encarnado, hermano y amigo, y, aun así, Francisco se ubicaba con minoridad, y le decía, “Tú eres amor, caridad; tú eres sabiduría, tú eres humildad…” (AID). El Dios absoluto es lo más cercano por su presencia sencilla y 12 2CtaFie4-13.3. menor en la eucaristía (Adm 1). Estamos llamados a crecer en una espiritualidad de la encarnación.
- La minoridad, nos pone en relación con la creación de manera hermanable, sin ser conquistadores o depredadores de los bienes de la naturaleza, sino hermanos y hermanas en total sentido de creaturidad, como lo expresó Francisco en el “Cántico de las Criaturas”, donde con total sentido de minoridad, ubica al humano en igualdad esencial con las criaturas, desconstruyendo el paradigma del antropocentrismo que vuelve a la criatura objeto comercial.
- La minoridad, en el servicio sencillo y humilde hacia el otro, “lavarse los pies” (Adm 4). En la minoridad no se parte de ser jefe, jerarca o superior, sino siervo y menor con los otros. Esto renueva unas relaciones donde el poder es servicio, y desde abajo, agachándose hacia el otro. La minoridad nos acerca al otro con reverencia.
- La minoridad en las relaciones con los otros humanos, con los que encuentran por el mundo, de diferentes culturas, con toda su diversidad existencial. En la Regla Francisco dice, “amonesto y exhorto a mis hermanos en el Señor Jesucristo que, cuando van por el mundo, no litiguen ni contiendan con palabras, ni juzguen a los otros; sino sean apacibles, pacíficos y moderados, mansos y humildes, hablando a todos honestamente, como conviene…En cualquier casa en que entren, primero digan: Paz a esta casa.” (RB 3,10). Ser pacíficos, mansos, amigables, humildes y sin prejuicios, como la xenofobia y homofobia, es la actitud de entrar en relación con los otros.
- La minoridad, en el encuentro con otras culturas y creencias, con otros que profesan una experiencia de Dios distinta a la nuestra. Francisco y el encuentro con el Sultán, quedó en la memoria de la iglesia, como el hombre que son su minoridad pudo encontrarse de manera igual y con reverencia con el otro diferente. En la Regla no Bulada Francisco expresó como deben ser, “Y los hermanos que van, pueden conducirse espiritualmente entre ellos de dos modos. Un modo consiste en que no entablen litigios ni contiendas, sino que estén sometidos a toda humana criatura por Dios y confiesen que son cristiano.” (RnB 16). La actitud de minoridad nos lleva a no ser conquistadores, ni estar por encima de ningún humano.
- La minoridad, aceptación del otro que es violento, la actitud pacífica ante el otro que es violento, siendo menores, con actitud reverente e inteligente, humilde y paciente, ese es el comportamiento que describen en la alegoría conocida como el “el lobo de gubbio” (Flor 21). Somos hermanos/as menores, del “hermano lobo”. Es una actitud política frente a las instituciones violentas, sabiendo que siempre son “lobos”. Nosotros menores, no vamos actuar de manera violenta, ni feroz como el “lobo”.
La manera verse así mismo/a, esta perspectiva surge de un experimentarse creatura (Adm 19), sabiéndose que el Dios bueno, misericordioso y protector está con nosotros, la dimensión minoritica surge de la presencia del Dios que camina con cada uno.
La oración desde la minoridad, es una oración de mendigos, de un necesitado del amor, de menores agradecidos por las bondades del Buen Dios. Es la vivencia, del apasionado y crucificado que se dio todo por el reino de Dios.
La mirada de la realidad, la minoridad es un prisma desde donde vemos la realidad, es decir, la vemos desde nuestra condición de creaturas hechas a imagen de Dios y desde una reverencia hacia el otro humano y a cada criatura.
Las relaciones que se establecen son desde la igualdad, del ser creaturas, todos salimos del mismo Dios creador, por eso tanto la humanidad, como la creación entera son nuestros hermanos/as, todos habitamos agradecidos esta misma casa común.
La minoridad en Francisco, integra lo masculino con lo femenino, en una iglesia patriarcal, reconoce a la mujer en igualdad como hija de Dios. Es Clara, en su decisión y opción de minoridad, que decide vivir al modo de los menores, en esa nueva experiencia de seguimiento de Jesús, en el abandono total del Dios amado, con la osadía que da el Espíritu. Viviendo la sororidad en igualdad radical, lavando los pies.
Un modo de incidir desde la minoridad. Francisco dejó las huellas de un hombre pacifico, hermano y menor ante el otro que es diferente. El primer modo de transmitir el mensaje del reino de Dios es con nuestro ser como hermanos menores, sin actuar prepotentes y violentos, sino con humildad y amabilidad, llevando el mensaje de paz que surge de la justicia (RNB 16).
Oremos
“¡Salve, reina sabiduría!, el Señor te salve con tu hermana la santa pura sencillez.
¡Señora santa pobreza!, el Señor te salve con tu hermana la santa humildad.
¡Señora santa caridad!, el Señor te salve con tu hermana la santa obediencia.” SalV
René Arturo Flores, OFM
RFM – Panamá
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*Reflexión elaborada para la Asamblea Anual de la Red Franciscana para Migrantes en El Salvador, septiembre 2023
3 https://news.un.org/es/story/2023/07/1523012
4 https://www.oas.org/es/sg/casacomun/docs/papa-francesco-enciclica-laudato-si-sp.pdf
5 https://www.un.org/es/global-issues/migration
6 https://www.oas.org/es/cidh/jsForm/?File=/es/cidh/prensa/comunicados/2022/114.asp
7 https://news.un.org/es/story/2023/09/1523777
9 https://www.ohchr.org/es/migration/global-compact-safe-orderly-and-regular-migration-gcm
10 https://www.ohchr.org/es/migration/global-compact-safe-orderly-and-regular-migration-gcm
https://www.ohchr.org/es/statements/2023/06/nicaragua-update
11 http://www.fratefrancesco.org/asis/visit/vitry.htm
12 2CtaFie4-13.