7 de junio
Casa del Migrante Belén, El Ceibo, Guatemala

Durante la ruta El Ceibo-Tenosique, Fr. Juan y Francisco, ambos voluntarios del área de Cambio estructural, señalaron las comunidades aliadas de La 72, así como los sitios en donde las personas son mayormente vulneradas por algunas personas locales y grupos criminales. El recorrido de 50 minutos entre la selva tropical de Tabasco y el calor abrasador permite observar lo difícil que es caminar por esa ruta, totalmente expuesta a los peligros naturales y los ocasionados por la mano del humano.

Al llegar a Casa Belén, ubicada a sólo 350 metros del Puerto Fronterizo de El Ceibo, nos recibieron Carmen Gómez y Vivian Yat Milian, ambas psicólogas. Ellas nos relataron que la casa sólo da albergue a las personas migrantes por un día, las cuales llegan mayormente por la tarde – noche y salen a la madrugada del día siguiente para continuar su camino y atravesar la frontera de México. La 72 y Casa Belén han establecido vínculos en la canalización de casos con familias separadas en el camino, niñez no acompañada, personas con una situación de violencia, en casos así las personas pueden permanecer más tiempo en lo que se procede legalmente.

Con una capacidad para 50 personas, la casa cuenta con lo necesario para brindar un descanso digno, comida, productos de aseo personal y ropa. A pesar de tener pocas personas en el equipo, con la buena organización que tienen día a día están al pie de lucha, aunque por estar en una zona aislada y con energía eléctrica escasa los riesgos de inseguridad y acoso son altos. Carmen y Vivian nos contaron que su propia vida ha estado expuesta a la inseguridad, es muy fácil detectar quienes trabajan en la casa, así como ellos saben quiénes distribuyen droga, cometen delitos, extorsionan y estafan a las personas migrantes.

Actualmente, están ampliando zonas de la casa para tener más espacio y puedan dar una mejor atención.

La Red Franciscana para Migrantes agradece el apoyo y constante colaboración de Quixote Center a nuestra organización. Esta visita fue la primera y estamos en el diálogo de planear más a la frontera sur de México. También agradecemos a las casas para migrantes que nos recibieron a pesar de sus compromisos. Admiramos el arduo trabajo que realizan día a día para buscar la defensa de los derechos humanos de las personas migrantes. No importa si somos de diferentes religiones o laicos, siempre estamos dispuestos a colaborar por nuestros hermanos y hermanas. ¡Esperamos encontrarnos pronto otra vez!

Vianey Martínez López
Enlace y acompañamiento
Red Franciscana para Migrantes