Vivir en una sociedad que está enfocada más en el “tener” que el “ser” produce tantas secuelas en las vidas de la niñez y adolescencia de las poblaciones más vulnerables.
Hay tantas problemáticas ligadas al trabajo infantil y todas ellas atraviesan por este sistema capitalista que obtiene de la explotación, la corrupción y la violencia las ganancias del futuro que nos destruyen y el presente que saquean de toda la inocencia y esperanza que hay en nuestros niños, niñas y adolescentes.
¿Porque asumir la responsabilidad del sustento de la familia y de la propia existencia? cuando un menor debe de estar en pleno desarrollo físico, emocional y cognoscitivo. ¿Porque promover ambientes que eliminan las expectativas de seguridad y aumentan la enfermedades, incertidumbre, ansiedad y estrés en los menores? Las reacciones que hay entre la separación y la perdida es una proyección desalentadora y desolada para el desarrollo emocional de todo individuo, y en el caso de los menores es todavía más agravante, el perfil del menor presenta el déficit de habilidades sociales, el desconocimiento de sus derechos y la distorsión de la percepción del mundo.
Las consecuencias psicológicas para los menores que soportan ambientes violentos es un disparo certero a la esperanza del futuro, para nosotros los cristianos, como dijo el papa Francisco, la esperanza es: “la virtud de un corazón que no se cierra en la oscuridad, no se detiene en el pasado, no vive en el presente, sino que sabe ver el mañana”. Y a propósito de esta consecuencia va unida a fortalecer la creencia irracional que solo a través del sufrimiento se nos es lícito gozar de la calidad de vida. El sufrimiento como tal, no es parte constitutiva de la espiritualidad cristiana, en cambio sí lo es, la generosidad, la esperanza y la solidaridad que hace la transformación de los pueblos.
Cuantos menores no acompañados transitan por nuestros territorios en busca de un punto y aparte para su familia y no el punto final por el veredicto de la pobreza. La justicia social para todos, reincorpora la utopía de un futuro con valores, normas y tradiciones que fortalecen los vínculos y socializaciones desde el cuidado y el bienestar.
El significado de cuidar de la esperanza de los niños, niñas y adolescentes que son migrantes en nuestras tierras es vital para tener espacios donde se estimule el descanso, el juego y la colaboración. Espacios lúdicos que integren los siguientes ejes de trabajo:
- Fortalecer autoestima/ autoconcepto
- Atenuar el sentimiento de culpabilidad que los niños y niñas sienten ante el abuso o maltrato: desculpabilizarlo
- Trabajar técnicas de relajación para disminuir factores de estrés (transversal)
- Enseñar derechos del niño y la niña (transversal)
- Fortalecer habilidades sociales: saber decir no
- Habilidades afectivas: expresión de los sentimientos de deseo y no deseo.
Te invitamos a ver la historia de Rosa:
Es por ello que es importante replantear que la justicia social comienza con el juego para todos, el juego mejora los aspectos de desarrollo puesto que este satisface experimentar y explorar su mundo en condiciones adecuadas para su integración y confianza siempre con la observación y cuidado de un adulto. que favorezcan la expresión de emociones positivas, fortaleciendo su sentimiento de seguridad al interactuar con espacios y culturas nuevas.
La esperanza cristiana no es pasividad, tiene un sentido plenamente humano y teológico-místico, en el sentido de que la esperanza necesita de medios concretos para que sea posible experimentarla, y al mismo tiempo de un espíritu que da sentido a la plenitud humana. Por eso la esperanza cristiana nos viene del Resucitado, que da plenitud a la humanidad haciendo que sea posible la justicia para cada niño, niña y adolescente migrante.
👉 Prestá atención. El trabajo infantil pasa cerca tuyo.
Ana Victoria López
RFM Comunicaciones
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1 España, U. (s/f). Trabajo infantil. Unicef.es. Recuperado el 11 de junio de 2023, de https://www.unicef.es/trabajo-infantil
2 Magariños, E. (2020, noviembre 26). Vida Nueva – Revista y portal de noticias religiosas y de Iglesia; Vida Nueva. https://www.vidanuevadigital.com/2020/11/26/papa-francisco-para-nosotros-los-cristianos-el-futuro-tiene-un-nombre-y-ese-nombre-es-esperanza/
3 América Latina y el Caribe: Cerca de 3,5 millones de niños, niñas y adolescentes podrán verse afectados por la migración el próximo año – UNICEF. (s/f). Unicef.org. Recuperado el 10 de junio de 2023, de https://www.unicef.org/lac/comunicados-prensa/america-latina-y-el-caribe-cerca-de-3.5-millones-de-ninos-y-ninas-podran-verse-afectados-por-la-migracion-el-proximo-ano
4 Foto portada: Casa Migrante Frontera Digna
5 Segunda foto: Cortesia Eric Luna