En navidad y año nuevo, usualmente se piensa estar en compañía de los seres queridos y de la familia. Sin embargo, hay situaciones en las que no puede ser de esta manera. En las siguientes líneas se pretende hacer visible la experiencia de vivir estas fechas, desde la propia voz de las personas que viven en La 72.
En vísperas de navidad y año nuevo, colectivamente se comienzan a decorar los diferentes espacios de la casa, para agregar el espíritu navideño, con la finalidad de hacer sentir a todos un poco más como en casa.
Pese a las ganas de ayudar y a la música que suena, en el semblante de algunas personas se alcanza a percibir nostalgia, y un sentimiento de tristeza que algunas personas logran externar con palabras.
A mi mami, es a la que más extraño… si la extraño mucho, este año la pase bien pero también bien triste, si he pasado navidades sin mi mami pero esta fue la que más sentí, como ella me estaba esperando para estas fechas … pues sí … me mandaron videos de como la estaban pasando allá y me puse triste.
Las personas que se encuentran ahora en “La 72” han dejado sus hogares a razón de una necesidad que en muchos casos se torna de vida o muerte, aunque se tiene esto presente, estar en compañía de la familia y seres queridos es una de las cosas que más se añora. En una plática en el comedor algunas personas comentan lo siguiente:
C- Duele no estar con la familia en este tiempo, pero siempre se encuentra como una familia más acá, siempre se considera familia los que están acá, después de tanto tiempo de convivir.
J- Sí se pasa alegre pero no tan alegre como uno quisiera, no es lo mismo tener a la madre que a una persona que conociste en el camino. No tenemos otra opción, no podemos regresar, si pudiéramos escoger, quisiéramos estar con nuestras familias.
Por los distintos espacios de La 72, se podían escuchar diferentes memorias de cómo habían sido las festividades el año anterior, las personas las contaban con emoción y una alegría especial, algunos no podían contener la sonrisa y en otros casos los ojos se llenaban de lágrimas.
Yo la pase con mi familia, con mi mami, que es a la que más extraño… si la extraño mucho, este año la pase bien pero también bien triste, si he pasado navidades sin mi mami pero esta fue a que más sentí, como ella me estaba esperando para estas fechas, pues sí, me mandaron videos de como la estaban pasando allá y me puse triste.
En Honduras, para un 24 uno va donde el vecino, donde los familiares y le ofrecen comida, quiere pollo, sándwich, o que quiera le da, con los vecinos, si te llevas bien con ellos, si hacen tamales le mandan, si hacen torrejas le manda, si hacen ayote en miel, también le mandan, eso es lo que se hacen en las navidades allá, los tamales que nunca faltan, nosotros extrañamos bastante los tamales esta navidad,
Ya con la familia hay más ambiente, uno va llegando ya la mamá se alegra, y ya ellos se alegran porque uno está con ellos, pasa la navidad que es el 24 y se da el abrazo de la feliz navidad, y bien alegres todos, el 31 es bien bonito también, la despedida del año viejo, uno a las 12 nos damos el abrazo todos bien alegres recibiendo el año nuevo, todos recibimos llamadas, vamos haciendo fiesta, hasta que amanecemos.
Algunos recuerdos dejan entre ver la razón para iniciar el trayecto migratorio…
La navidad pasada fue más o menos porque no había trabajo, no había nada, a veces, uno se preocupa más por los hijos, ellos son los que ocupan su ropita y ahí se alegran y cuando no hay dinero, no se les compra nada, entonces es bien complicado, no pasar con los familiares, peor desde que empezó el COVID digamos que es muy difícil porque uno está lejos de los familiares, no convive con ellos, la costumbre en Honduras en convivir con nuestros familiares.
A pesar de la nostalgia por los seres queridos, se comparte la esperanza y la fe del reencuentro.
Vivir la navidad en La 72…
Estuvo bonito el ambiente de acá, a mí me gusto el karaoke, la comida que hicieron aquí estuvo bien, la pasamos bien, estuvo riquísima, yo me divertí, lo único diferente es que uno no está con su familia… en mi caso, es primera vez que yo me aparto de mi familia, de mis hijos primera vez en la vida, solo conmigo la han pasado y solo con mi mamá.
Está bien la fiesta aquí verdad, pero no hay como pasarla con nuestros familiares, reventar cohetes, uno ahí busca con los amigos, se divierte uno y acá no es lo mismo, uno tiene que adaptarse.
Aunque para algunas personas el salir de casa no estuvo nunca en sus planes, solo queda esperar lo mejor, a continuación, algunos deseos de las personas que viven el La 72 para este 2021
Le pido a Dios que me den mi visa humanitaria rápido para irme, porque uno sale de su país con la inspiración de trabajar y tener una vida mejor, para lograr mis metas.
Mi deseo es pasar una navidad allá en honduras con mi familia, llevar dinero, mucho dinero, mejor de lo que hemos pasado porque la verdad uno se vienen con un propósito para acá para cambiar la situación que viven los familiares, ser mejor, yo me vine para ayudarle a mi mamá a terminar su casita. Mi propósito es llegar una parte donde agarrar dinero y hacer mi casa para que el niño mío no ande sufriendo mi hijo y sacar adelante a mi hijo… y que la siguiente navidad sea más bonita.
Pues mi deseo es poder ayudarle a mi mamá, estoy haciendo todo lo posible por hacerle su casita a mi mamá, a veces me pongo a pensar que si estoy aquí y le pasa algo a ella, yo me voy a lamentar, si un día a ella le pasa algo y yo no estoy cerca yo no voy a poder despedirme de ella, para mí eso es duro.
Todos esperamos un año mejor al que ha pasado, que el siguiente sea mejor, que no le falte nada, porque a veces uno ha pasado navidades que ni tiene que comer, yo lo he pasado, los hijos esperan su estreno, un trajecito porque eso en Honduras se da que ellos estrenan y a veces uno no tienen ni para comida pero para un estreno entonces todo eso a uno le da tristeza.
Mi meta es ayudar a mi familia y lo más por mis hijas, yo quiero mandarles a hacer su casa, mandar a arreglar para que ellas vivan mejor, uno no es eterno y uno hace un sacrificio en busca de mejor, todo por los hijos, uno puede ayudar porque en honduras hay bastante pobreza.
El fin de año es una fecha muy especial porque uno deja atrás todo lo malo que paso en el año, solo hay que darle gracias a Dios que seguimos con vida, a las personas que nos leen les queremos decir que …
Este es un camino difícil, dejar a la familia en el país de uno, claro que uno se vienen con un propósito, el de ayudarlos, pero es difícil. Lo que le puedo decir a las personas es que nunca pierdan la fe y que las metas que ellos tengan se cumplan y sigan adelante.
Los que estén con su familia sepan aprovechar, ahora los que no estamos con nuestra familia es, es algo difícil, a veces quisiéramos estar con nuestra familia y no podemos
Es bien difícil agarrar en este camino, hay personas que llegan y hay quienes no llegan y si llegan a su país, llegan muertos, tal vez porque buscaron una mejor vida, ellos se vienen y a la hora, tal vez les sale alguien que los secuestra y si no llevan dinero o pruebas de que tienen familiares en Estados Unidos, los matan, entonces es difícil agarrar este camino, eso da mucha tristeza porque pues uno sale con el propósito de sacar a su familia adelante, es complicado porque uno no espera la muerte en este camino.
Esto es un camino muy duro y más, bueno para mí se me hace duro porque ando yo sola con mis hijas, se me hace duro porque hay veces que me empiezan a meter miedo pero yo sigo pa delante, uno no hay que rendirse, ese es mi pensamiento, mientras este la ayuda de Dios todo se puede.
Voces de algunas personas que viven en La 72, Hogar-Refugio para personas migrantes
Redactado por Alejandra Conde Molina
Área de Cambio Estructural – La72