Elida Beatriz Calixto Toxqui, originaria de Cholula, Puebla, es coordinadora del Comedor – Hogar Franciscano y tuvimos el placer de realizarle una entrevista para conocer más de la labor que realizan en el Comedor Franciscano, el cual es parte de la RFM.
¿Cómo se consolida el Comedor – Hogar Franciscano?
Desde que inició el proyecto de la RFM, van de la mano con la creación, en 2018. Primero, era sólo un comedor en donde se daba apoyo a las personas que venían en las caravanas, había grupos que se separaban y llegaban a Cholula; entonces, les empezamos a dar dinero para que pudieran llegar a San Martín y de ahí a la CDMX, alimento, como atún enlatado para que pudieran llevárselo, agua, ropa para cambiarse. Posteriormente, con la pandemia, en 2020, se dio una orden por parte del obispo de Puebla, diciendo que se tenían que cerrar los albergues -porque la mayoría de los albergues de Puebla son anexos de iglesias- por seguridad del voluntariado, de los trabajadores, se les pidió cerrar y también se contemplaba que iba a disminuir el flujo migratorio. Desafortunadamente si disminuyó y el Instituto Nacional de Migración (INM) en Puebla lo que hace es sacar a todas las personas migrantes a las calles por medidas de salubridad, entonces lo que nosotros hacemos es empezar a buscarlos por las calles, en las avenidas y los cruceros de Cholula, para darles algunas ayudas.
Ya nos comentaste como se creó el Comedor – Hogar Franciscano, antes y en la pandemia. Ahora, durante los encuentros de la RFM se ha referido al Comedor como “Casa Jerusalén”, pregunto ¿Por qué ahora le llaman así? ¿A qué hace alusión el nombre?
Inicialmente el Comedor – Hogar Franciscano se encontraba en el convento de San Gabriel, en Cholula, Puebla, pero dadas las gestiones y el apoyo por parte de Fr. Samuel López Padilla, OFM, animador de la Comisión de Justicia y Paz en la Provincia del Santo Evangelio de México, se empezó a impulsar el Convento Provincial para que se autorizará la creación de una casa. Obviamente, no hay una casa propiamente para albergues, en la Provincia no hay una casa. Después, cuando llega Fr. Efraín González Vazquez, OFM nos dice que va a apoyarnos: está la Capilla de Jerusalén, que está en Cholula y es parte de la Provincia, es una Capilla, pero también una casa relativamente grande, entonces es un lugar de formación para aspirantes a frailes. Y esa casa se puede ocupar como anexo para recibir migrantes y dar una respuesta a la situación que se estaba dando. Empezamos a trabajar, del Convento de San Gabriel nos mudamos a la Capilla de Jerusalén.
Seguimos igual como Hogar Franciscano, pero en Casa Jerusalén. Porque es una capilla y una casa de formación, no teníamos todos los insumos, por mucho tiempo este lugar estaba abandonado, semihabitado por algunas personas que llegaban. Ya cuando la habitan los frailes, que fue hace un año, Fr. Efraín que llegó, empezó a impulsar y a comprometerse con todo lo que es el flujo migratorio que pasa por Puebla. Se incorporó a las reuniones que tenemos en la Red de albergues de Puebla y cuando nos avisa que iba a llegar una caravana de haitinos y se estaba monitoreando por donde venía, pues nosotros, con la inicitiva de Fr., con el permiso del Provincial y de Fr. Samuel, Jerusalén abrió sus puertas para recibir a las personas haitianas que llegaban. No tenemos todos los servicios porque estaba abandonada, pero lo que nosotros podemos dar es hospedaje, adelante; comida, adelante, no hay problema. Ahí es cuando se abre y se reconoce dentro de la Red de albergues como un lugar de espacio humanitario en donde pueden estar los migrantes. Es en ese momento que nos ayudan y agradecemos infinitamente el apoyo que nos dan Quixote Center y la Organización que está en Durham, Carolina del Norte, porque ellos han sido los que han mandado los insumos económicos para ir trabajando principalmente en los baños, porque habitaciones hay, se consiguieron camas y literas para darle hospedaje a esa caravana de haitianos, aunque ya no llegó porque decidieron no quedarse en ningún albergue y el gobierno los envió al albergue estatal de Puebla, improvisado puesto que es un polideportivo, lo adaptaron y es a donde los mandaron.
Interior Casa Jerusalén
Mencionas que ustedes brindan Asistencia Humanitaria: hospedaje y alimentación. ¿Por el momento no brindan Atención jurídica? ¿Está dentro de sus planes?
Nosotros como formamos parte de la Red de albergues de Puebla también podemos dar Asistencia Jurídica a través de mi persona porque soy abogada, pero también tenemos al Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ.
Sobre el voluntariado, ¿tienen alguna campaña? ¿actualmente están recibiendo voluntarios?
Tenemos una campaña de voluntariado pero por la pandemia ya no, no los pudimos recibir, ya no se hizo nada. Ahorita apenas se está adaptando la casa porque incluso se está trabajando en que se terminen de construir los baños, en adaptarlos y demás, no recibimos voluntarios, pero estamos aceptando donativos en especie y económicos, la mano de obra es muy cara.
¿Quisieras comentar algo adicional que consideres importante?
Yo creo que es muy importante agradecer de verdad el compromiso que ha tenido el ahora Provincial del Santo Evangelio de México, Fr. Joel Cosme Torres. Si no tuviéramos el apoyo del gobierno de la Provincia y el Provincial, este trabajo para responder a la situación migratoria no lo podríamos hacer, se quedaría nada mas en los alimentos, ropa, etc. Entonces, el apoyo que nos han brindado para que se abra la casa es muy importante para nosotros. De igual manera, el flujo migratorio en Puebla ha ido cambiando como en todo México, antes hablabamos de los migrantes que pasaban por Puebla y ahora estamos reconociendo a los migrantes que no sólo quieren pasar por Puebla para irse a EE.UU, sino que buscan ser reconocidos como refugiados, tener el estatus y, obviamente, se están quedando y nosotros debemos dar una respuesta a esa situación y no los podemos dejar en la calle. Si el apoyo está en las casas, en los albergues que se están adaptando para dar apoyo a esos refugiados, debemos responder, es dar un paso adelante para responder a las necesidades de la comunidad migrante y ahora refugiados.
Ya que comentas lo anterior, ¿qué capacidad tiena la casa para acoger personas durante pandemia y si no la hubiera?
Yo creo que cabrían bien 50 personas y en colchonetas unas 150 personas.
Pues es todo Beatriz, muchas gracias por brindarnos tu tiempo para la entrevista y de esta manera podamos dar a conocer las actividades que ustedes están realizando en Cholula y así hacemos más visible su arduo trabajo “con” y “para” las personas migrantes.