“El sentarse a escuchar a otro, característico de un encuentro humano, es un paradigma de actitud receptiva, de quien supera el narcisismo y recibe al otro, le presta atención, lo acoge en el propio círculo (…)”
Fratelli Tutti n. 48.
El 20 de diciembre la Organización de las Naciones Unidas conmemora el día Internacional de la Solidaridad Humana, la cual, busca reafirmar el compromiso de las naciones para construir un mundo más solidario y de paz, respetando la diversidad y promoviendo iniciativas encaminadas a disminuir la pobreza. Sin embargo, ¿cómo podemos hablar de solidaridad cuando día a día vemos en los diferentes medios de comunicación y en las casas, albergues, refugios y comedores para migrantes el éxito del individualismo y la injusticia hacia éstos?
El Papa Francisco en su Encíclica Fratelli Tutti refiere como respuesta al individualismo que en la actualidad se vive, el forjar día a día los valores del bien, el amor, la justicia y la solidaridad, mismos, que nos impulsarán a desarrollar en nosotros la idea del compartir y construir un futuro prometedor que logre romper la dicotomía entre “nosotros y los otros”, la cual, ha tenido como consecuencia una exclusión hacia aquellos que son diferentes a nuestro círculo social.
En ese compromiso solidaridad, el equipo de Hogar Franciscano y la Casa del Peregrino de la Red de Albergues para Migrantes de Puebla, nos hemos visto beneficiados al recibir el apoyo de nuestra casa hermana Quixote Center, en Nueva York, para comprar calentadores solares y filtros de agua para el uso de nuestros hermanos migrantes que pasan por nuestras casas, de igual manera, agradecemos la colecta realizada por la fraternidad de la Iglesia de la Inmaculada Concepción, en Durham, Carolina del Norte, la cual, nos ayudará a seguir replicando las acciones de solidaridad y amor hacia nuestros hermanos migrantes.
Esta cadena de acciones nos sigue impulsando a seguir saliendo de uno mismo e ir al encuentro con el más frágil, con aquellos que han sido olvidados y repudiados por el gobierno y la sociedad, es por ello, que el encuentro con nuestros hermanos hacinados en el Polideportivo Xonaca, en Puebla, nos llevó a compartir con ellos artículos que los ayuden a ser más “llevadero” su encierro. De igual manera, nos hemos acercado con la comunidad haitiana que radica en Santo Domingo, Coyoacán, con la finalidad de dar ayuda asistencial y buscar la integración de éstos dentro de la comunidad.
Bajo este valor de solidaridad que da origen a la fraternidad y a la común unión entre “nos-otros”, las diferentes casas que conforman la Red Franciscana para Migrantes, así como sus aliados, hemos buscado reafirmar y poner en el centro de nuestra ayuda y discurso, la dignidad de las personas migrantes que pasan por cada una de nuestras casas o que hallamos en el camino.