“El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos”
(LS 48)
La única posibilidad de existir es en este único planeta que habitamos, donde todo está conectado e integrado en una sola comunidad de vida. Por esta razón, lo que le hagamos a la creación afecta directamente a la misma humanidad. En este sentido, la migración forzada de las personas está relacionada con el deterioro de la casa común.
Migrante ambiental y cambio climático
El año 2007 la “Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”, definió el término “migrante ambiental”, constatando que una de las causas de la migración forzada es el deterioro del planeta, el cual se hace patente en el cambio climático y en el estrés hídrico. La crisis que vivimos con relación a la disponibilidad, acceso y calidad del agua en el planeta es una situación que afecta a toda la población, en especial a las grandes mayorías empobrecidas por la desigualdad e inequidad generadas por el sistema actual de la economía de mercado que busca la acumulación de riqueza en manos de las élites que dominan los ámbitos políticos, económicos y sociales.
Estrés hídrico y agricultura
En el VIII Foro Mundial del Agua, se dijo que “dos tercios de la población mundial viven en condiciones de grave escasez de agua al menos una parte del año”[1]. Además, el agua es de suma importancia para la agricultura, ya que utiliza un 70% del agua dulce disponible. En este sentido se vuelve urgente revisar los modelos de desarrollo y producción que el gran capital está promoviendo en los países. Entre estos modelos se encuentra las empresas extractivistas que, además de destruir la biodiversidad, los ecosistemas y contaminar el agua, provocan en la población un desplazamiento forzado.
Estrés hídrico, extractivismo y violencia
El extractivismo está generando conflictos sociales, división en las comunidades y desintegración familiar, provocando una situación de violencia entre las comunidades y los empresarios extractivistas. Un informe de la organización Global Witness, resalta que “Más de tres personas fueron asesinadas cada semana durante 2018”[2]. En América Central: Guatemala y Honduras son los países donde se han asesinado más defensores y defensoras del medio ambiente. En el caso de Honduras, en el informe del 2017 de Global Witness lo define como el país más peligroso del mundo para defensoras y defensores de la creación[3]. Esta situación de conflicto genera desplazamiento forzado interno y migración hacia otros países, donde las personas buscan refugio y protección, debido al alto nivel de impunidad en los Estados de estos países.
Estrés hídrico, sequía y huracanes
Otro aspecto causal del estrés hídrico es la sequía en los territorios que, en el caso de América Central, se denomina a estos territorios, “corredor seco”. Esta situación se vuelve más dramática por la expansión de los monocultivos, y las llamadas “Zonas de Desarrollo Económico” que están basadas en el modelo extractivista privatizador. Sumemos otro drama humano, que es el provocado por los fenómenos naturales como los huracanes o tormentas tropicales, que encuentran a la población desprovista de una gestión gubernamental e institucional que no es capaz de responder con una dinámica preventiva. Esto se evidenció en el territorio centroamericano con el paso de los huracanes “Eta y Iota” (2020), que en el caso de Honduras provocaron nuevamente las “caravanas” (2021) de migración forzada, mostrando el deterioro humano que va unido al ambiental[4].
Estrés hídrico y alimentación
La crisis hídrica evidencia la integración que tenemos los humanos con la creación. Toda una cadena de situaciones, como el hecho que se suscita al movilizarse una población llega a otros territorios donde ya está afectada la biodiversidad y por ende, el agua disponible. También, otro aspecto a tener en cuenta es que la crisis hídrica toca directamente la calidad alimentaria en las poblaciones, provocando mayor deterioro en la calidad de vida, principalmente en los hogares pobres.
Cifras de la migración
La situación migratoria ha ido en aumento a nivel mundial, lo mismo en nuestros países centroamericanos, “de acuerdo con estimaciones del Banco Mundial y las Naciones Unidas, ya en 1990 se alcanzó un volumen de un millón de emigrantes, que se incrementó a 2,2 millones en 2005 para alcanzar los 3,1 millones en 2015.”[5] Este drama humano está unido a la situación socioeconómica y socioambiental de los países expulsores. Con la situación actual de la pandemia, migrar se complica producto de la crisis de la salud pública en todos los países, tanto de tránsito como de destino.
La hermana agua y la hermana madre tierra
Francisco de Asís, nos mostró caminos de hermandad con la creación; al llamarla “hermana agua” expresaba su trato con reverencia y gratitud por la vida que genera; así mismo llamó a esta casa común “hermana madre tierra”, sabiendo que de ella dependemos en los alimentos para el sustento cotidiano. Hay que volver a la propuesta relacional del hermano Francisco, que lleva al humano a experimentarse creatura con las otras criaturas, siendo hermano y hermana en esta comunidad de vida, donde la dignidad creacional nos hace iguales y dependientes en el camino de la vida. Si la creación en toda su biodiversidad la tratamos como enemiga, las repercusiones caerán sobre la calidad de vida de la humanidad y la migración forzada se acrecentará.
René Arturo Flores, OFM
RFM-El Salvador
[1] La escasez de agua provoca movimientos migratorios. (2018, 21 marzo). Noticias ONU. https://news.un.org/es/story/2018/03/1429481
[2] ¿Enemigos del Estado? (2019, 30 julio). Globalwitness. https://www.globalwitness.org/en/campaigns/environmental-activists/enemigos-del-estado/
[3] Honduras: el país más peligroso del mundo para el activismo ambiental. (2021, 31 enero). Globalwitness. https://www.globalwitness.org/en/campaigns/environmental-activists/honduras-el-pa%C3%ADs-m%C3%A1s-peligroso-del-mundo-para-el-activismo-ambiental/
[4]Radio Progreso. (2021, 15 enero). Caravana de Migrantes 2021 [Vídeo]. Radioprogresohn.net. https://radioprogresohn.net/caravana-de-migrantes-2021/
[5] Alejandro I. Canales, Juan Alberto Fuentes y Carmen Rosa de León Escribano, Desarrollo y migración: desafíos y oportunidades en los países del norte de Centroamérica (LC/MEX/TS.2019/7), Ciudad de México, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2019.